13.9.08

Vientos de furia



Como una gigantesca burbuja en suspensión entre nubes de gas y vientos huracanados, esta extraña formación cósmica, llamada prescisamente Nebulosa Burbuja (NGC 7635, en Casiopea), nos indica que, a miles de años luz, está teniendo lugar un enfrentamiento galáctico: la nebulosa en forma de burbuja poco a poco se disuelve en el espacio como consecuencia de los fuertes vientos estelares que proceden de una estrella gigante cercana. La radiación que emite la estrella es tan potente, de hecho, que en un abrir y cerrar de ojos la concha de gas se difuminará como una acuarela en un estanque.

Son frecuentes estos vientos tan violentos. A veces, en zonas de formación de nuevos planetas, las estrellas jóvenes fogosas generan unos vientos estelares de tal magnitud que destrozan el caparazón gaseoso y de polvo que protege a los planetas embrionarios, situados en otros sistemas estelares más modestos, de modo que quedan, desnudos, a merced de las intensas radiaciones. El resultado es la disgregación de la materia y la imposibilidad de crear nuevos mundos.

En el caso del Sol parece ser que no tuvimos cerca uno de estos gigantes, porque la evidencia de nueve planetas (sería mejor decir ocho...Plutón ha dejado de serlo) así lo atestigua. Además, la presencia de vida en uno de ellos es también un indicio de que, en todo el tiempo de existencia de este Sistema Solar, no ha sufrido grandes cataclismos. En caso contrario, quizá no estaríamos discutiendo esto...

(Publicado en El Hermitaño el 7 de noviembre de 2005)