21.7.09

Cuando llegamos allí



Entonces apenas sabíamos nada.
Era un reto arriesgado; una locura racional.
El sueño era milenario; la posibilidad real, una quimera.
Pero hace cuarenta años fue hecho realidad.

Ignorantes, osados, incluso temerarios.
Nos lanzamos al océano de espacio vacío.
Fuimos allí, palpamos la tierra nunca hollada.
Y regresamos para narrar la épica vivida.

Pero aquello, cuatro décadas atrás, sólo fue el principio.
La amiga de rostro luminoso continúa aguardando.
Porque seguimos ansiando pisar el polvo de otro mundo.
Volveremos a ella, e iremos mucho más allá.

La Aventura (el Cosmos) no ha hecho más que empezar.