17.2.08

Galileo Galilei, el falso genio (I)

En el ámbito de la Ciencia se tiende a atribuir un reconocimiento un tanto exagerado a aquellos hombres que, aun habiendo realizado notables aportaciones e incluso modificado sustancialmente la visión que se tenía del mundo y el Universo, gozan del rango de "genio" científico. Pero algunas contribuciones de estos "genios" no se basan en experimentaciones, como todo precepto científico establece para considerar las hipótesis como verdaderas, sino que son simples invenciones y ajustes, llevados a cabo para "maquillar" el resultado observacional y realzar la gloria para quien no se la merece o debería tener un "rango" más discreto: uno de estos personajes es Galileo Galilei.

Si mañana nos preguntasen qué sabemos de un tal Galileo, es posible que respondiéramos: "Fue un científico italiano que inventó el telescopio, hizo un famoso experimento en la Torre de Pisa y estableció los cimientos de la investigación moderna, corroborando con pruebas y evidencias sus hipótesis." Sin embargo, la historia de Galileo Galilei (figura 1) no es tan simple, y está repleta de verdades a medias, afirmaciones falsas, invenciones sutiles y un gran egoísmo y prepotencia. Por otra parte, es también cierto que este científico contribuyó de manera decisiva, tal vez por su testarudez y obstinación más que por las evidencias en que se apoyaba, a la fijación de unos cánones por los que circularía la evolución de la Ciencia durante cuatro siglos. Aquí sólo pretendo realizar un pequeño repaso por lo que Galileo realmente aportó desde el punto de vista más crítico posible. Intentaré no caer en amonestaciones excesivamente duras, pero me parece mejor juzgar con severidad al genio que al iniciado. En demasiadas ocasiones, las "autoridades científicas" han impedido el avance de la Ciencia y, en realidad, se han convertido en un estorbo más que una ayuda para comprender el Universo donde vivimos, aunque éste no sea el caso particular que nos ocupa.



Figura 1: retrato de Galileo Galilei en su vejez, con un telescopio en sus manos.

1. Galileo y la torre de Pisa.

Quizá el más famoso de cuántos experimentos se dice que Galileo Galilei (1564-1642) realizó fue el de la torre de Pisa (figura 2). En esa ciudad italiana se encontraba nuestro personaje estudiando en la Universidad cuando apenas contaba veinte años.



Figura 2: la torre inclinada de Pisa, donde al parecer Galileo hizo sus experimentos.

La doctrina aristotélica, que había sido seguida sumisamente por la mayoría de los pensadores a lo largo de casi dos milenios, establecía que los objetos caen con una velocidad que es proporcional a su peso. Es decir, cuánto mayor es, más rápidamente cae el objeto al suelo. Aristóteles pensaba que si se juntaban dos ladrillos y se dejaban caer, el tiempo de llegada sería doble que en el caso de lanzar un único ladrillo.

Según cuenta la historia convencional, Galileo subió a lo más alto de la torre de Pisa provisto con bolas de plomo, oro, cobre y otros materiales. A unos 55 metros más abajo se encontraban expectantes cientos de estudiantes y curiosos y un nutrido grupo de profesores y filósofos de su misma Universidad. Al dejar caer dos bolas de diferente naturaleza, siempre en base a la narración común, todo el mundo pudo contemplar asombrado que ambas bolas alcanzaban el suelo en el mismo instante, echando por tierra el crédito del sistema aristotélico. Resultaba pues que dos objetos de diferente peso tardaban lo mismo en llegar a tierra y, con ello, Galileo aumentó considerablemente su fama.

Pero, aun aceptando que Galileo hubiese realizado realmente el experimento, algo que no está ni mucho menos claro (L. Cooper publicó en 1935 un libro, "Aristóteles, Galileo y la torre de Pisa", donde menciona que no hay documento alguno o prueba evidente que demuestre que fue llevado a cabo), lo que no cuadra de ninguna manera es que los observadores que estaban al pie de la torre realmente viesen como las dos bolas llegaban al unísono al suelo. Y esto no es posible porque existe un factor, el llamado rozamiento del aire, por el que objetos de menor peso serán "frenados" en su caída por esta resistencia. Una bola de plomo, por tanto, llegaría antes al suelo que una de goma y lo que se afirma no sería en realidad más que una leyenda, es decir, una invención perpetuada a lo largo de siglos.

No obstante, según parece el propio Galileo efectuó posteriormente otras pruebas similares donde en efecto demostraba que aquello que impedía que llegaran ambas esferas de diferentes materiales era el rozamiento del aire y no el peso. En otras palabras, Galileo sabía que su concepción era correcta, y así se demostró teóricamente, pero la evidencia práctica era imposible realizarla por el rozamiento del aire.

Importantes y prestigiosos físicos como sir Oliver Lodge en su obra Los pioneros de la ciencia (1893)y George Gamow en Biografía de la Física (1963) afirmaban tajantemente que el experimento había sido llevado a cabo, pese a la opinión de los historiadores de considerar toda el suceso como una simple leyenda.

Puede que lo más sorprendente del caso es que uno mismo puede comprobar experimentalmente que dos esferas, una de plomo y la otra de corcho, por ejemplo, no alcanzan la superficie al mismo tiempo, sino que lo hacen con una diferencia bastante grande. Las premisas de Galileo se basaban en un aparato teórico estupendamente preciso (en realidad se puede comprobar si lanzamos las dos esferas dentro de un tubo de vacío, o como realizaron, si la memoria no me falla, los astronautas en la Luna en alguna de las misiones Apolo), aunque no pudo justificarse con una prueba desde la torre de Pisa debido al rozamiento del aire, pese a los numerosos intentos. Si nos hubieran dicho eso precisamente no habría motivo de queja, pero la típica historia que aparece en multitud de libros de texto y ensayos científicos y donde todo acaba bien porque el genio demuestra la veracidad de sus ideas, es tan falsa como irritante, ya que seguramente si se hubiera tratado de otro investigador y no de Galileo la crónica de los ensayos en la torre de Pisa hubiesen sido verídicos y no tan adulterados. Para completar el cuadro, debe decirse que no fue el propio Galileo quien difundió las ideas de la exactitud práctica de sus reflexiones, sino que se deben a Vincenzo Viciani, un discípulo suyo y a la biografía que escribió sobre su "héroe". De ahí salen muchas verdades a medias y exageraciones de la vida del genio pisano.

2. Galileo y el plano inclinado.

Otra de las aseveraciones históricas sobre los logros de Galileo es la que tiene como protagonista al experimento con el plano inclinado, aspecto que todos los estudiantes de secundaria han estudiado, no sin cierto fastidio en algunos casos. Lo que se nos viene a decir es que si dejamos rodar una bola sobre un plano inclinado (por ejemplo levantando un pedazo de madera o corcho) ésta irá recorriendo en idénticos espacios de tiempo distancias cada vez mayores. Más exactamente, los espacios recorridos serán proporcionales a los tiempos que se emplean en recorrer esos espacios.

Para probar tal valiosa premisa, Galileo empleó una bola de bronce redonda y muy bien pulida y un canal inclinado también pulido al máximo para que fuera lo más liso posible. Galileo afirma que efectuó una cantidad enorme de ensayos con el plano inclinado (él mismo cita casi un centenar de intentos) para demostrar la famosa ecuación (e=1/2at2, o espacio= ½ de la aceleración por el tiempo al cuadrado), base de la ley del movimiento uniformemente acelerado. El hecho de que Galileo hubiese dispuesto su instrumental de una manera tan cuidadosa, minimizando los efectos del rozamiento, culpables de medidas poco fiables, y asimismo repitiendo el experimento tantas veces como él mismo asegura, es considerado como el espíritu científico que todo investigador debe seguir para que sus resultados puedan ser considerados objetivos y fiables. En cualquier libro de Física de secundaria podríamos encontrar casi con total seguridad descripciones de este método tan revelador para determinar con precisión la verdad que subyace en los experimentos y no dejarse llevar por puntos de vista personales o apasionados, que interfieren en saber dónde está lo real y dónde el deseo. Frases como "el cuidado y la genialidad que demuestra Galileo en sus mediciones, representa con certeza una de sus más notables cualidades" son comunes, pero no ciertas. Y no lo son porque el problema se presenta al comprobar que aquel experimento que Galileo supuestamente ha realizado en tantas ocasiones, no fue realmente llevado nunca a cabo. Asimismo, las mediciones precisas que Galileo efectuó son pura invención.

Aunque un contemporáneo de Galileo, el padre Marino Marsenne, constató que no podía reproducir los resultados que Galileo aseguraba, aunque repitió el experimento en las mismas condiciones e instrumentos utilizados por aquel, y Alexandre Koyré, historiador científico, sostiene que en realidad Galileo no lo hizo nunca, muchos siguen en sus trece y mantienen la opinión contraria, pese a que aceptan la imposibilidad de realizar el experimento y cosechar los resultados descritos por Galileo si se emplean sus instrumentos y métodos.

Thomas S. Settle, por ejemplo, defendía en 1961 que Galileo obtuvo unos resultados aproximadamente acordes con los alcanzados a través de experimentos realizados en la actualidad. No eran exactos pero estaban muy cerca de serlo. Stillman Drake fue otro de los investigadores que argumentaba con firmeza que los resultados de Galileo corroboraban que, en efecto, había realizado los experimentos con el plano inclinado. Esto podría llevar a pensar que aquellos cuya opinión es distinta a la de Settle y Drake tienen ante sí el peso de la ciencia, pues ambos son reconocidos estudiosos de Galileo. Deberíamos, por tanto, hacerles caso y pensar que Galileo sí efectuó sus experimentos y logró resultados perfectamente aceptables y dignos de su prestigio científico.

No obstante, si nos apasiona la verdad y deseamos llegar al fondo de la cuestión, no hay autoridad científica que valga si no está corraborada por investigadores independientes y sin intereses (Drake es un destacado especialista sobre Galileo y quizá quiera mantener a toda costa el status de "genio" del científico pisano). Resulta que en realidad lo que nos cuentan Settle y Drake está bastante lejos de la verdad. Settle, en particular, no había efectuado el experimento con las mismas premisas que Galileo, y de esa manera obtenía resultados próximos a los que establecía la ley teórica (debida también a Galileo, por supuesto). Los datos obtenidos en condiciones "controladas" indican bien a las claras que no es posible obtener los resultados de Galileo. De nuevo nos encontramos ante algo singular: el entramado teórico de Galileo era correcto, pero no hizo nunca las pruebas que confirmaran su ley, como nos dice el propio Galileo.

18 comentarios:

Eugene´s axe dijo...

Creo que exageras un poco respecto a Galileo. Si bien yo creo nunca hizo el experimento desde la torre de Pisa, si se las ingenió para medir tiempos en el plano inclinado: por supuesto no eran las medidas más fiables del mundo. Si bien tampoco inventó el telescopio (aunque construyó uno), si fue el primero en voltear a ver el cielo con él, también es cierto que su teoría de las mareas estaba mal. Pero al final la historia le ha dado la razón y la fama con los hechos. Francamante no creo que sea un genio falso ya que su trabajo fue original. Es imposible que las ideas surjan de la nada, sobre todo en ciencia. Si creo que hay historiadores de la ciencia que tienden a magnificar los logros y a minimizar los errores, por ejemplo, casi ningún historiador de Newton menciona que era alquimista o que su definición de "masa" en los Principia es una perogrullada. Pero creo, insisto, que exageras un poco en llamar falso genio a Galileo. Por cierto, y creo que fue un error de dedo, su discípulo se llamaba Vincenzo Viviani, no Viciani.

elHermitaño dijo...

Gracias por tus palabras, Eugene.

Como mencioné en una respuesta a otro comentario (en la segunda parte del artículo) soy consciente del papel vital de Galileo para la ciencia. Tal vez debería haber optado por otro título, menos radical; pero, en cualquier caso, lo que pretendí es hacer ver que en muchos textos científicos se da una imagen excesivamente idealizada de los científicos (y sobretodo si son los "padres" de la disciplina).

Es como si quisieran barrer sus errores, equivocaciones y altanerías, su "lado oscuro", presentándonos un sujeto razonable, coherente y serio, sin mencionar sus contradicciones y defectos. Todos los tenemos, todos metemos la pata. ¿Por qué es tan dificil reconocerlo?

A ese extremo, el de la idealización de los científicos, es al que yo me opongo. Hay que ofrecer a la sociedad una información lo más veraz que uno pueda, resaltando las virtudes y defectos de un personaje histórico.

En el fondo es una cuestión de objetividad. Galileo fue grande, qué duda cabe, pero también humano, falible y en ocasiones quiso vender (él, sus discípulos, o sus biógrafos) verdades que no le correspondían. Creo que contra eso es digno, al menos, alzar una voz en contra.

Saludos.

Anónimo dijo...

eres un mamon y le tienes envidia galileo galilei
por k el izo cosas mas cabronaz k tu

elHermitaño dijo...

Ai, madre, anónimo, ¿y tú de dónde has salido?

Jo, jo, jo, qué tío, tú...

Anónimo dijo...

Insistimos, debes ser un anti-italiano que le busca el pelo al huevo.

Anónimo dijo...

Debes ser un anti-italiano que le busca el pelo al huevo. Tambien estaban equivocados Tartaglia, Cardano, Agnesi, Torricelli, Da Vinci, Fibonaccio, Bombelli, Ricci, Fermi, etc; etc; etc????

elHermitaño dijo...

Yo de anti-italiano tengo lo mismo que tú de lúcido y de atento en la lectura, anónimo.

Léete el segundo comentario que hago, unas líneas más arriba de los tuyos, y entenderás qué critico, y por qué. Me baso en el libro de F. di Trocchio (sí, italiano) "las mentiras de la ciencia", y admito, como señalo en otro comentario, que en mis apreciaciones sobre la figura de Galileo pueda estar equivocado (aunque no digo que lo esté).

Rebate mis puntos de vista, anónimo, si quieres y puedes, y si no, déjate de paridas y vete a otra parte a incordiar...

Saludos.

Federica dijo...

cuando realmente sepa de historia y de física puede tomarse la atribución de realizar este tipo de trabajos...mientras tanto no haga este tipo de payasadas que simplemente le dejan como falso genio a usted mismo....

elHermitaño dijo...

Muy buen comentario, señora Federica...

Un cuantioso, razonable y meditado núcleo de argumentos para rebatir lo que digo.

Decir a los demás que aprendan física e historia... sí vale. Pero apliquémenos el cuentito, señora Federica. Leamos, estudiemos, investiguemos, sí, todos, señora mía, TODOS. Ya he dejado claro que tal vez haya podido equivocarme en alguna cuestión del artículo. ¿Quiere, además, que me arrodille e implore su perdón?

Si no es usted capaz de aportar en su comentario más que las sandeces habituales y los insultos, váyase con viento fresco a sus medios favoritos. Si, por el contrario, viene con argumentos, con evidencias, con citas y con datos de que mi apreciación es incorrecta, entonces siempre será bienvenida.

Las pataletas, a sus madres. A mí no me haga perder el tiempo, que me vale mucho.

Y yo nunca me las he gastado de genio, señora. No sé a qué óstias viene eso. No me atribuya cosas, posturas, ni ideas que yo no tengo. Porque, entonces, la impostora, y la falsa, es usted.

Perdone mi irritación, pero ahora, decida: ¿argumentos o a tomar por el saco?

Saludos.

Federica dijo...

aunque doy fe que inicialmente mi comentario estuvo cargado de ironía, si repito que ciertas expresiones de tu artículo son un poco exageradas...

argumentos dices? te dejo un poco... en cuanto al experimento de la torre, es necesario precisar que históricamente no es posible determinar si se hizo o no y, lo mas probable es que realmente simplemente sea un mito que se trasnmitió culturalmente, esto porque desde la física es complicado determinar las características y resultados que se le asocian...

además de comprobar la hipótesis copérnicana al observar las lunes de júpiter, a Galileo realmente se le atribuye su "genialidad" por las primeras aproximaciones a la gravedad e incluso la relatividad...

lo que se menciona de la torre de pissa, galileo lo alcanzó en un plano inclinado bien preparado para "eliminar" al máximola fuerza de fricción y con ayuda de una serie de esferas demostró que la masa de un cuerpo no influía en su rapidez al caer libremente...¿cómo?...varias esferas, de distinta masa, recorrian distancias iguales en tiiempos iguales, construyendo un modelo geométrico desde el cual encontró que: 1) el desplazamiento era directamente proporcional al cuadrado del tiempo 2) las distancias recorridas en cada unidad de tiempo seguían la sucesión de numéros primos 3) los desplazamientos totales concordaban con la sucesión de números cuadrados perfectos....y la precisión de todo ello no la logró obviamente con la precisión de un reloj, puesto que debido a ls limitación de recursos, se le ocurrió la simple idea de llevar sus tiempos con ayuda del periodo de un péndulo.......

pues para no extenderme mas, porque hay más para contar, simplemente reitero que sin llegar a extremos lo único que debe aceptarse es la grandeza de personajes como Galileo......

Federica dijo...

ojo no son numeros primos sino impares...ahí discupará la distracción

elHermitaño dijo...

Bueno, Federica, su nuevo comentario al menos da algo más de juego...

Respecto al experimento de la torre, no es que no sea posible determinar si se hizo o no, es que no hay prueba alguna o documento que corrobore que tuvo lugar alguna vez( excepto la crónica ardiente de Viviani, el discípulo de Galileo).

La cultura puede vivir de mitos, señora Federica, pero no la ciencia; la ciencia vive de hechos. Si Galileo no llevó nunca a cabo el experimento, entonces una de las atribuciones principales que le otorgan a Galileo (refutar la noción aristotélica de que los objetos caen a una velocidad proporcional a su peso) es falsa, los historiadores la han falseado (o no se han preocupado por examinar a fondo su falsedad), y entonces el mito ha cuajado en los libros. Pero eso no es ciencia, por descontado.

Para algunos historiadores, Galileo fortaleció el copernicanismo, señora Federica, porque sus descubrimientos encajaban muy bien con él, pero no lo "comprobó"; para esto fue necesario, primero Newton, y andando el tiempo, Foucoult (que demostró, sin género de dudas, el movimiento terrestre). Por cierto, las lunas de Júpiter las había observado Thomas Harriot con telescopio más o menos por la misma época que Galileo, aunque esto es otro tema...

Si hablamos de "aproximaciones" a la gravedad yo le puedo mencionar a Nicolás de Cusa, que vivió entre 1401 y 1464. Hay algunos que sostienen que, en sus elucubraciones metafísicas, hay un núcleo que preludia dicha fuerza. Sería puramente especulativo, pero ahí está...

Sobre el experimento del plano inclinado, me da usted una descripción escolar del mismo, "wikipediana", diría. Yo sigo a lo mío: si historiadores de la talla de Alexander Koyré sostienen que Galileo nunca efectuó tal prueba (ni una sola vez de las "más de cien" que afirmó el pisano), y no hay forma de reproducir los resultados obtenidos (sólo aproximaciones muy bastas), quizá porque los "idealizó" para que encajaran con lo que quería demostrar...

Hay dos frases suyas, Federica, que copio ahora: "ciertas expresiones de tu artículo son un poco exageradas"; y "reitero que sin llegar a extremos lo único que debe aceptarse es la grandeza de personajes como Galileo".

Puedo estar de acuerdo con la primera (aunque aún espero que las rebatan, pero estoy dispuesto a considerar algún error en ellas...el artículo fue escrito en 2001; ha llovido, y quizá afirmé algo demasiado alegremente), pero no en el segundo caso.

Mejor dicho: estoy convencido de la grandeza de Galileo Galilei. Y hay muestras de ello, a poco que analicemos sus aportaciones. Pero estoy tan en contra de rebajar sus méritos como de exagerarlos. Y muchos lo han hecho. Por ejemplo, con el mediático año de la Astronomía, el pasado 2009, que conmemoraba a Galileo, y olvidó a Harriot, a Lippershey, a Digges, a... A esto me opongo: a una banalización de la ciencia, a idealizar sus personajes y soslayar sus meteduras de pata, sus fallos, sus carencias. Léete los comentarios anteriores que hago y verás cuál es mi propósito. ¿Rebajar a Galileo? No. Pero tampoco deificarlo. Grandeza, la justa, la que se merece.

Saludos, y hasta la próxima.

Federica dijo...

definitivamente señor hermitaño usted no podrá entender...
galileo no contrarió la hipótesis aristotélica desde la torre de pissa...¡FÍSICAMENTE ES IMPOSIBLE HACERLO!....entienda que lo hizo desde el supusto experimento idealizado (que usted referncia) del plano inclinado...irónicamente hoy día, desde algo tan exacto y trabajado como las ecuaciones diferenciales, se llega a las mismas conclusiones...

y respecto a otras cosas mejor os digo que sus referentes le permiten defender una hipótesis que simplemente es contraria o diferente a lo que mis referentes me permiten aceptar...

el juego de la ciencia radica en una serie de tentativas que cada sujeto acepta desde su forma de asumir las ideas del mundo que tiene y, en ese sentido,podría decir que ambos tenemos razón...

aquí no se trata de decir quién fue mas genio...sino que, tan sólo, desde mi primer comentario estoy tratando de hacerle entender que así como todos esos personajes que usted, señor hermitaño, menciona...Galileo tuvo también la misma grandeza, expresada en cada uno de ellos desde lo que llegaron a hacer...aceptar un único modelo de historia es cerrarse en un concepto mecánico y estático de la ciencia...

del mismo grado de la "discusión que hemos establecido" hay quienes estan en algo parecido:
¿kepler robó lo de tycho...?
¿newton simplemente tomo lo de galileo y otros para suponer un mundo de sus propias ideas...?
¿euler dio la grandeza a la clásica físca newtoniana?
¿einstein pudo haberse equivoado?
¿lhopital compró el famoso teorema a bernoulli?
¿Los griegos, Harriot, Lippershey y Digges fueron olvidados al tributar a Galileo el año de la astronomía?
son simplemente interrogantes que dan cuenta de modos de asumir la histori PERO QUE NUNCA DESMERITAN EL TRABAJO DE CADA UNO DE ELLOS...le aseguro, señor Hermitaño, que si ptolomeo apareciera en nuestros tiempos y no se dejara permear por las ideas de ciencia de hoy, volvería a afirmar un modelo geocéntrico del universo...y no por eso deja de ser un genio puesto que es una construcción que se hizo en un tiempo obedeciendo a unos construuctos específicos de ciencia en el marco de un contexto específico...

y en cuanto a mis explicaciones escolares o de talla "wikipedia" simplemente os digo que ES ESO...fenómenos tan complejos, explicados desde el referente de modelos tan sencillos...

elHermitaño dijo...

Señora Federica:

Si Galileo no hizo el experimento de la Torre porque, según usted, con él es imposible rebatir al peripatético (querrá decir, supongo, que no es posible en "tales" condiciones [de ausencia de vacío], porque rebatir la física aristotélica imposible, desde luego, no es) entonces no confirmó experimentalmente lo que conjeturó teóricamente, y por tanto, "no hizo ciencia", en el sentido de demostrar mediante experimentos los supuestos. Porque hasta la relatividad einsteinana, que tanto revuelo causó en su tiempo y tan dificil era de comprobar, necesito de complejos experimentos y demostraciones empíricas para que se "convirtiera" en ciencia, digamoslo así, de pleno derecho.

Si mis "referentes", como dice usted, son tan buenos o al menos no peores que los suyos, entonces su primer comentario carece de sentido, porque ambos estamos considerando posiciones opuestas con igual fueza, y mis "payasadas" tendrían tanta como las suyas... O sea, y esto concuerdo con usted, podría ser que "ambos tuviéramos razón".

No creo que yo haya tratado de minusvalorar a Galileo; me he ceñido, y repito lo que he dicho ya, a no engrandecer con mitos la figura de Galileo, que es suficientemente valiosa por sí misma como para no necesitar tales aditamentos artificiales.

Tampoco es mi intención equipara a Lippershey con el pisano (Dios me libre...); lo que quiero es que no olvidemos a otros personajes cuyos méritos deben ser valorados y recordados. Galileo, sí, pero los otros también. Mi propósito, que usted hace suyo, era precisamente eso: que no desmerezcamos los méritos de unos y otros.

Desde luego que Galileo fue un genio teniendo en cuenta sus circunstancias, aportaciones y condiciones en que vivió. Lo que no me parece de recibo, entonces, hoy y dentro de mil años, es que hinchemos con falsedades sus historias, que la posterior interpretación de los hechos tienda a engrandecer (sí, me repito hasta la náusea, pero es que es vital entender esto...) sus figuras, y que soslayemos todo lo que de falso pueda tener (no necesariamente el mismo científico, sino "nuestra visión de él").

No creo que pueda explicar mejor mi posición, señora Federica. No hay más que decir, en realidad. Si no está de acuerdo con ello, entonces no puede llegar muy lejos nuestra "discusión".

Saludos.

elHermitaño dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
elHermitaño dijo...
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gonzalo dijo...

mira Hermitaño, vos deves de ser un pobre ignotante, facho, oligarca, de derecha,un pobre infeliz que no hizo nada con su puta vida y trata de cagar a los que estan muertos, te sugiero que te sientes a estudiar idiota de mierda, perdí mi tiempo en esta basura sin sentido, para que queres documentos idiota, ademas es ovio que existen fuerzas de rozamiento, si te llego a ver un dia por la calle te juro que te recago a piñas

elHermitaño dijo...

Jajajajaja, gonzalo...jajajaja

Espera, espera un poco, que cojo aire...

JAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Señor, los que ladran, ¡a la perrera...!