Para quien creía que Marte no era más que un desierto seco y soso, desprovisto de interés "artístico", es decir, sin formaciones ni estructuras bellas y espectaculares, aquí van tres sencillos ejemplos de lo contrario. Una especie de 'mariposa', un campo de extrañas "plantaciones" y un cañón mucho más profundo y auténtico que el de Colorado nos muestran que Marte nunca ha sido un planeta aburrido para aquellos que saben adónde mirar.
(Publicado en
El Hermitaño el 26 de julio de 2005)
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